Sebastian Piñera…
Hablando en Sin Dios ni Late. (con una boquera en su borde derecho de la boca)
Debe ser un tema central de una discusión… una boquera en la boca no es casual.
Mucho menos una boquera en el borde derecho de sus labios…
Me molestas. Me enojas. Me averguenzas y me amenazas en tus palabras, acusas mis molestias del gobierno actual, pero eso hace que hagas creer en ti más personas.
Yo no quiero que voten por ti.
YO NO QUIERO QUE SEAS PRESIDENTE.
Me da miedo.
No confío en ti ni en tus personas. Me haces desconfiar. No creo en tus palabras, en tus movimientos, en tus manos, en tus ojos operados para que sean más creibles, en tus mangas arremangadas, en tus camisas que te quedan grandes. En NADA!
Una boquera en tu extremo derecho es una lesión que me hace pensar en tus lesiones. En dónde esta tu lado débil. En dónde está tu fortaleza putrefacta.
Te estás pudriendo en tu lado de la cancha. Te estás infectando con lo que dices don Tatán.
Mentiras como las tuyas tienen pus. Actos como los tuyos son virulentos.
Visitas como las tuyas hacen que un cadáver se llene más rápido de gusanos, comentarios de tu boca hacen que las guaguas se vuelvan a caer a piscinas, quejas piñeristas hacen que los cuoteos políticos sean más normales y casi válidos…
HACES MAL.
No te quiero, y no quiero que te quiera nadie. Eres pésimo, esta vez, como tal vez nunca, siento que realmente eres incapaz de hacerlo bien. Si robas, ganas, si se trata de empresas, ganas, si se trata de traiciones, ganas, si hablamos de coimas, corrupciones, jugadas turbias, ocultismos, mentiras, burlas, humillaciones, vejaciones, traiciones, malos hábitos, mañas, trampas, cochinás, mariconadas… ganas tatán…
Te ves nervioso sin embargo. Sabes que no vas bien. No te va a dar para tanto. No vas a ser presidente de mi país. NO VAS A SER PRESIDENTE DE MI PAÍS!!!!
No…
Eso… NI CAGANDO
(Cecilia Morel: “la crisis también nos ha pegado en nuestra familia… por ejemplo… en nuestra casa, ya no compramos Coca Cola…)
Ahora… qué tal va la coca Light?
Tatán… tienes una boquera en la zona derecha de tus labios… te estás envenenando. Habla menos tatán… te estás envenenando.
Ten cuidado tatán, te estás envenenando.
Cállate tatán. Nos estás envenenando.
compadre, yo siempre quedo admirado de las cosas que escribes , que quizá no las comprenda mucho, porque quizá somos de realidades un poco distintas, pero me alegra saber que eres capaz de expresarte de una manera tan particular.
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