martes, 30 de marzo de 2010

era la ventana

La muerte esta ahí en la ventana

La muerte está aquí. En la ventana

Se ríe mirándome sabiendo que no soy el suicida que ella anda buscando

Sabiendo que me hace pensar en todo

En que ya terminé el trabajo de la semana

Que no tengo compromisos pendientes con nadie

(y que justamente ese es el problema)

Sabiendo que los arboles no me van a devolver nada

Se ríe mirando que la miro

-Otra más que me tiene colgado-

Se ríe porque hace lo mismo que me hacen siempre

Justo cuando estoy ahí

Los pájaros no cantan. Se ponen expectantes

Las ventanas de los lados hacen apuestas con el viento

Y las hojas secas se afirman más fuerte por si hay

Que caer a tapar

Lo hechos.


 

Una mosca aparece tiritona,

Le sudan las alas y le gruñe el estómago

Desesperada, adicta, angustiada de llanto

Imposible de tomar decisiones

Me revienta en sus sueños y se come mis partes

Engorda engorda engorda engorda

No saborea, no comparte con la tierra

No se come mi alma

Y no toca mis sentires más dolientes

Todo eso lo deja ahí

Para las hormigas.

Para los obreros

Para que mi familia se quede con algo


 

La muerte se va divagando y sin saber qué hizo

Pasó por alto la intención de improviso suscitada

Me dejó impávido

Humillado

Me dejó sin pan ni suicidio

Me dejó sin lápida y sin calma


 

La muerte y yo tuvimos un encontrón

Coqueto,

Caliente, eterno,

Pero coqueto.

Y nada coqueto hoy me produce una atracción importante porque sé que me va a dejar pagando, así que desconfío y no me la juego ni cagando.

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